Estudios realizados por expertos en cardiología revelaron que la cafeína tiene efectos benéficos en la “relajación” del sistema cardiovascular, lo cual incide en la mitigación de las enfermedades coronarias.

La cafeína puede tener efectos favorables en el sistema cardiovascular. Así lo demostró el estudio Efecto vasodilatador de la cafeína en arterias sanas: investigación en modelos in vitro e in vivo, realizado por el doctor Darío Echeverri, cardiólogo de la Fundación Cardio Infantil (Bogotá) y jefe del Laboratorio de Investigación en Función Cardiovascular.

Él explicó que desde hace más de un siglo el café ha sido una de las sustancias más cuestionadas por el sector de la salud, sobre todo cardiovascular, porque se pensaba que la cafeína podía producir efectos adversos en el organismo humano, como el aumento del colesterol, la presión arterial, la frecuencia cardiaca, etc.

Todo eso como resultado de “estudios muy viejos, de principios de la década de 1960, que asociaban a los pacientes que tenían enfermedades coronarias, y su muerte, con el consumo regular de café. En ese entonces, se volvió peor tomar café que fumar”, comentó.

Sin embargo, desde finales de la década de 1980 e inicios de 1990 se empezaron a realizar estudios que se centraron en análisis estadísticos y demostraron, según afirmó, que el consumo de café disminuye la mortalidad -no sólo por enfermedades cardiacas- debido a sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y vasodilatadores.

Estudio in vitro e in vivo

Echeverri, quien presentó el estudio durante el XXIX Congreso Anual Avances en Metabolismo y Soporte Nutricional, realizado en Medellín en días pasados, aseguró que desde hace diez años él y cerca de quince profesionales más han experimentado con los efectos de la cafeína en el sistema vascular de animales.

Primero, narró, hicieron estudios in vitro en conejos sanos. “Colocamos anillos de aorta sana en café con unos equipos especiales y evidenciamos que las arterias se relajaban, lo cual es un efecto benéfico para la circulación sanguínea”, contrario a lo que sucede con sustancias como cigarrillo, cocaína y otras drogas.

Esa reacción vasodilatadora “similar a la que puede producir la nitroglicerina, que es la que se usa normalmente para el manejo de pacientes con enfermedad coronaria” se repitió cuando replicaron el procedimiento en conejos enfermos de arteriosclerosis, aseguró.

Después, añadió el cardiólogo, “obtuvimos anillos de arterias mamarias de pacientes sometidos a cirugías de bypass coronario, que son el tipo de arteria utilizado en ese procedimiento quirúrgico, y obtuvimos la misma respuesta vasodilatadora”.

A partir de ello, han realizado experimentos in vivo, es decir, estudios en seres humanos para evaluar el efecto vasodilatador de la cafeína: “¿qué le pasa a la presión arterial central y periférica de una persona cuando se toma una taza de café?”.

Las respuestas han sido, según aseguró, que “además de tener efectos cardiovasculares benéficos cuando se consume moderadamente, el café incide en contra de enfermedades del sistema nervioso central, como el párkinson y el alzhéimer, y otras como cáncer, diabetes, osteoporosis…”.

Café, sustancia de consumo moderado

En el más reciente reporte científico del Comité Asesor de Guías Alimentarias de los Estados Unidos, presentado el pasado 19 de febrero, el panel de científicos y académicos que participaron en su elaboración se manifestaron favorablemente sobre el café y la salud.

La Comisión constató al analizar múltiples estudios que actualmente una fuerte evidencia muestra que el consumo de café dentro del rango moderado (tres a cinco tazas al día o hasta 400 miligramos de cafeína por día) no está asociado con un aumento de los riesgos de salud a largo plazo entre los individuos sanos.

De hecho, informaron, hay evidencia consistente que indica cómo el consumo de café está asociado con un menor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular en adultos sanos.

Por otra parte, indicaron que la evidencia moderada muestra una asociación protectora entre el café -consumo de cafeína- y el riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson. “Por lo tanto, el consumo moderado de café puede ser incorporado en un patrón de dieta saludable, junto con otros comportamientos saludables”.

Por: Yeison Camilo Garcia Garcia @yecgarcia – www.elmundo.com