El pisto manchego es un plato tradicional de origen campesino y extremadamente común en la comida española.

Consiste en un sofrito de diversos vegetales y de composición variable, generalmente utilizando aquellos vegetales más accesibles simultáneamente durante la producción de una huerta casera. El nombre manchego se refiere a La Mancha, área central de España que hizo famosa algún ilustre hidalgo y que da su nombre al también popularizado queso manchego. El pisto se puede servir en muchas formas, frío o caliente, e inclusive como una “tapa.” Es delicioso sobre un plato de arroz silvestre y acompañando de carne de res asada o una hamburguesa. Se puede guardar en la nevera varios días y recalentar para ser utilizado en varias comidas.

Ingredientes

1/3 taza de aceite de olivas
3 tazas de cebolla de huevo picada bruscamente
2 calabacines o zucchinni, picados en tronquitos
2 pimentones verdes grandes, picados en tronquitos
2 cucharaditas de sal
4 tomates rojos grandes, pelados, sin las semillas y picados bruscamente (o una lata de los mismos)

Preparación

Calentar el aceite en una olla a fuego alto hasta que empiece a humear. Echar la cebolla, los calabacines y el pimentón en la olla y envolverlos bien en el aceite. Agregar la sal, reducir el calor a bajo y tapar la olla. Cocinar los vegetales a fuego lento hasta que se ablanden, unos 40 minutos, revolviendo de vez en cuando. Mientras se cocinan los vegetales, reducir los tomates en otra olla, cocinándolos mientras se revuelven y pierden el exceso de agua, hasta que espesen, teniendo cuidado de que no se quemen. Agregar la pasta de tomate a los vegetales cuando estén listos y cocinar sin tapa unos cinco a diez minutos más, según la consistencia deseada.