El nogal, la avellana, las castañas y el piñón tienen familiares tanto en el viejo mundo como en el nuevo. Los árboles que producen nueces, han permanecido en la tierra mucho más tiempo que cualquier otra planta alimenticia de la actualidad. Estos productores de nueces, han existido desde mucho antes que Norte América se separara de Europa hace más de 60 millones de años. Los humanos hemos llevado las semillas de nueces a casi cualquier rincón de la tierra donde el clima sea adecuado para su producción.

A diferencia de los granos y leguminosas, las nueces son lo suficientemente blandas para comerse crudas o después e una suave exposición al calor para volverlas crocantes y ampliar su sabor.

Las nueces, son ricas en aceites que le dan su sabor característico y suculento.

Cuando son finamente molidas se vuelven suaves y cremosas hasta el punto que se puede fabricar “mantequillas” con ellas. También, al adicionarles líquido, las nuecesmolidas se convierten en “leches” y “cremas” que se utilizan como sustitutos lácteos para fabricar salsas y alimentos.

Algo dulces y grasosas, las nueces son muy buenas amigas de las combinaciones: sus sabores proveen profundidad y textura desde el chocolate hasta el pescado.

Después de los lípidos y aceites, las nueces, son los alimentos más ricos en calorías. En promedio, tienen 600 calorías por cada 100 gramos, mientras que un trozo de carne con grasa del mismo peso provee 200 calorías.

Las nueces pueden ser 50% o más aceite, 10% a 25% proteína y una fuente excelente de minerales, fibra y vitaminas, -especialmente la E (mucha en almendras y avellanas) que es un antioxidante-. El ácido fólico (vitamina B9) tambien existe en las nueces y está asociado con una buena salud cardiovascular.

Las nueces están hechas en su mayoría de ácidos grasos mono insaturados (en su estructura molecular solo existe un solo doble enlace carbono-carbono) y tienen más grasas polinsaturadas que grasas saturadas (la excepción siendo el coco que está hecho de grasas saturadas y los nogales y pecanas que están hechos de grasas polinsaturadas). Esta mezcla ventajosa de aceites balanceados, antioxidantes y ácido fólico, hacen de las nueces un excelente alimento para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Las nueces, son uno de los alimentos más secos con los que nos alimentamos por lo que no son muy propensas a albergar bacteria que nos podría causar daño. Pero no todo es color de nuez. Las nueces son causa de alergias graves en muchas personas por lo que es bueno advertir a los comensales cuando se sirve algún plato con nueces. Adicionalmente, algunas nueces son susceptibles a mohos que producen aflatoxinas (carcinógeno que incrementa el riesgo a largo plazo de desarrollar cáncer). Las nueces contaminadas con el moho, tienen un aspecto apergaminado (arrugado), descoloridas y saben maluco. Estas nueces se deben descartar. Igualmente, aunque pueden permanecer meses sin dañarse, finalmente la estructura molecular de sus aceites polinsaturados es atacada por el oxígeno en el aire, y desarrollan sabores revejidos y rancios.

Para almacenar nueces lo mejor es guardarlas en un contenedor sellado y oscuro, en el congelador.