Los avicultores sostienen que el incremento de ese alimento radica no en la falta de oferta sino en el alto costo de los insumos como el maíz amarillo.

Una rebaja en el precio de la carne de pollo generaría la eliminación temporal del arancel a un contingente de 84.000 toneladas de este alimento, como lo recomendó el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio al Gobierno, para que lo aplique como lo hizo la semana pasada con la lenteja, fríjol, ajo y aceites crudos y refinados “para contribuir a la desaceleración de la inflación de alimentos y reducir el costo de la canasta familiar”. Sin embargo, los avicultores colombianos rechazan la medida.

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Si bien la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi) sostiene que las más de 1’450.000 toneladas de carne de pollo que se consumen cada año en Colombia están abastecidas con la producción nacional, el mismo gremio es el encargado de importar con cero arancel unas 31.000 toneladas de ese alimento sólo desde Estados Unidos, ya que en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLC) con ese país que rige desde el 15 de mayo de 2012, hay un beneficio para ese contingente a pesar de que el proceso progresivo de desgravación de ese producto se pactó para 18 años.

Es por eso que el economista Giovanni Montoya Aldawe, director de Contenidos del Grupo Ágora, asegura que con cero arancel a la carne de pollo, comercializadores se podrían animar a importar no sólo de Estados Unidos sino de cualquier parte del mundo, lo que impactaría mayormente la oferta nacional y, por ende, un precio con tendencia a la baja.

“De alguna manera, el beneficiado es el consumidor que podría consumir un pollo más barato mientras dure esta posibilidad”, indica Montoya Aldawe.

A pesar de ello, Andrés Valencia, presidente de Fenavi, estima que con las 84.000 toneladas propuestas por el Gobierno, habría un total de 125.000 toneladas importadas libres de arancel, que perjudicarían al sector porque eso equivale a un mes de producción avícola colombiana, sumado a que le abriría este mercado a un país como Brasil que es el más competitivo y primer exportador de pollo en el mundo. Por eso es una “medida inconveniente”, como lo califica el gremio.

En paralelo a la incomodidad para los avicultores, 30 días después de expedido el decreto el consumidor podría evidenciar una rebaja del precio en la carne de cerdo que, según Alfonso Marín, analista de Mercados de la Central Mayorista de Antioquia, tuvo un incremento sostenido en últimos seis meses hasta diciembre, pero sólo desde el 15 de enero se ha visto una estabilización de su valor.

De hecho, la inflación anualizada de la carne de pollo sufrió un incremento del 8,9% hasta el final de enero de 2016, como lo reportó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), pero menor que el 12,26% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los alimentos y que el Índice de Precios al Productor (IPP) que fue 13,1%.

Lo que le da pie a Valencia para afirmar que “los costos de producción no han sido trasladados en su totalidad a los consumidores y esa diferencia ha sido asumida por los avicultores”.
Incremento de los costos

El presidente de Fenavi, Andrés Valencia, certifica que la demanda actual está satisfecha, por lo que el problema no pasa por la falta de carne de pollo sino de sus costos de producción, que sólo en el segundo semestre de 2016 aumentaron un 40%.

Actualmente rige cupo sin arancel de maíz amarillo de 2,4 millones de toneladas anuales comprados a Estados Unidos como parte del TLC, pero fueron requeridas sólo en el primer semestre de 2015, por lo que en el segundo tuvieron que importar con el arancel del 16,7% y una devaluación del peso en cerca del 50%.

Es por eso que, de nuevo, Fenavi solicita al Gobierno que, en vez de quitar arancel al producto final como el caso de la carne de pollo, se elimine ese gravamen para el maíz amarillo y así los avicultores produzcan con menores costos.

De acuerdo con Valencia, se puede eliminar o bajar el arancel a la producción de Brasil, que hoy es del 80%, porque es gran exportador y tiene precios más bajos que los estadounidenses.

Si no sucede, este año pasaría lo mismo: en el primer semestre los precios del pollo serán controlados o a la baja por el contigente de maíz sin arancel, pero en el segundo semestre regresan los altos costos.